Se trata de Alberto Cacarollo, albañil de profesión quien meces atras habia declarado ante el Juez Heráclito Rombampera en la causa que se les sigue a los inspectores de trenes que durante la dictadura, hicieron uso del poder que les confería el Estado para cometer numerosos excesos contra la ciudadanía.
Hace 4 días que Cacarollo no aparece en su domicilio. Sus pertenencias se encuentran intactas, su cartón de Tetrabrick ® se encontraba por la mitad, los cigarrillos V8 también. Sus vecinos dicen haberlo visto subirse a un automovil con vidrios negros. Sin embargo la conducta del desaparecido no es bien vista por todos los vecinos del Barrio Moccoretá. "Era un borracho del orto" declara Olga L., vecina de Cacarollo, "me gritaba cosas todas las noches, me decía que estaba enamorado y yo tengo 71 años!".
Amén de su comportiento, el Albañil habría sido testigo contra la causa que se le sigue a Arquímedes Valot, un inspector de la ex-linea San Martín, a quien acusó por haberlo torturado mientras trabajaba en una obra de la línea férrea en 1977. En la declaración Judicial Cacarollo dijo: "Estaba encapuchado pero lo puedo reconocer 30 años después por ese olor a culo que tiene". Expertos en Cromatografía y Odorotécnia afirmaron que el acusado tenia una inflamación del esfinter que le provoca al acusado un tremendo hedor nauseabundo.
El gobierno ya puso en marcha el operativo de busqueda y según Aníbal Fernandez, Cacarollo sería liberado a fin de mes "Calculamos que encontraremos a Cacarollo a fines de enero o principio de Febrero, cuando vuelvan todos de las vacaciones, para el anuncio ya alquilamos el Luna Park, pero sólo para que los periodistas (sobre todo los de canal 7) esten bien cómodos".
El fiscal de la causa se llama Carlos Rey, un abogado de 73 años, de tez oscura, ciego y a punto de perder el oído, pero según el gobierno, un hombre de ley, un erudito y toca muy bien el piano.
